ATAQUES DE NERVIOS

En la entrada anterior les dije que había tenido muchos, muchos nervios y algunas de ustedes pueden creer que exagere cuando dije “Visa aprobada, pero no sin antes sufrir un ataque de nervios”, pues no, no exagere o al menos eso creo, por eso quiero describirles todo ese montón de cosas que sentí en ese momento y en otros porque ya me había pasado antes.

La primera vez que sentí algo así fue un día que me llamaron para un trabajo, no era entrevista de trabajo, ósea ya era fijo que yo iba, pero igual estaba súper nerviosa porque era algo importante, está de más decir que era, el caso es que yo dije que sí que listo y al otro día me fui en transmilenio a una reunión que había programada.

Yo iba sentadita muy bonita, bien arregladita como toda una princesa, y al lado mío estaba sentada una viejita y pues normal cada una en su cuento.  De pronto yo me puse a pensar y que tal que cuando llegue me vean y digan, “no sabes que, no eres lo que esperábamos”, o “no, cambiamos de opinión”, o “te vez muy diferente en persona y viéndote bien como que tu perfil no nos sirve”, etc, etc, etc. Entonces me empecé a poner súper nerviosa y súper tensa, entonces me empezó a latir súper fuerte el corazón, las manos me sudaban, no podía dejar de mover mis pernas, me empecé a molestar las uñas, me empezó como a picar todo, me quedaba rojo donde me rascaba, era como urticaria o yo no sé, el caso es que luego de un rato, de repente la mano izquierda se me empezó a adormecer, sentía como un hormigueo horrible que me subía de la mano hasta la boca, empecé a morderme los labios y a moverlos para ver si dejaba de sentir eso tan feo pero no funcionada, luego me entraron unas ganas insoportables de ir al baño, me puse más intranquila y yo me decía “oh por dios, oh por dios, me va a dar un infarto” estaba tan nerviosa y me movía tanto que la viejita al lado mío me miraba como si yo estuviera loca.

Ahora, hagan de cuenta lo mismo el día de la cita a la embajada, LO MISMO, eran horribles esos nervios y para colmo me desperté a las 4:30 de la mañana y no me pude dormir después, entonces estaba como cansada, nerviosa, asustada y de todo.

Tenía la esperanza de encontrarme con otra futura Au Pair adentro de la embajada, para darnos apoyo, hablar y distraerme un poco, PERO NOOOO, no vi a nadie, yo caminaba y las piernas me temblaban terriblemente, juro que de haberme puesto tacones me habría caído más de una vez. Aunque ahora pensándolo bien, menos mal no me encontré con nadie o si no yo creo que le habría pegado los nervios a la pobre.

Ahhh y por cierto ese día que iba en el transmi para lo del trabajo, yo me decía “ok, estoy supremamente nerviosa, muy probablemente voy a sentir lo mismo cuando vaya a pedir la visa, así que hagamos un ejercicio”, entonces me puse a practicar mi ingles mentalmente y trataba de decir cosas que me fueran a preguntar, como mi experiencia cuidando niños o que estaba estudiando, ese tipo de cosas y aunque se me olvidaban muchas palabras, creo que me sirvió bastante, porque en la embajada sabía que decir y como decirlo y aunque se me escaparon un par de palabras, pues me fue bien y no deje que me ganaran los nervios.

 

Y para las que no sean de Colombia y no sepan que es transmilenio, pues es un bus rojo grandote grandote donde la gente va muy espichada.