I HATE THAT WOMAN
No, no estoy hablando de mi
antigua vecina, aunque me sigue cayendo mal, esta vez quiero hablar de otra que
me cae mal, bueno de hecho 2.
Cuando hice mi día de prueba, la
señora que me mostro lo que me tocaba hacer, era algo seria y medio rara, luego
cuando ya entre a trabajar ahí, me siguió pareciendo que era así, pero con el
tiempo se iba volviendo más odiosa, cada vez que ella se iba de vacaciones,
llegaba más mala carosa que antes, al principio casi que ni se metía conmigo,
hablábamos lo normal, nada de sentarnos juntas a echar chisme, pero el saludo
no faltaba, también hablábamos de las cosas que teníamos que hacer, de las
novedades de los pacientes, si había alguien que necesitara ayuda para comer,
etc; pero si había algo que la caracterizaba a ella era su lentitud, empezando
por que ella trabajaba menos horas que yo, entraba casi 15 minutos después y se iba 2 horas antes, en si teníamos
las mismas tareas (tal vez a ella le tocaba hacer una máximo 2 cosas más que a
mi), pero ella siempre se las arreglaba para demorarse el doble.
Cuando yo llegaba lo primero que hacía
era repartir guantes y tapabocas, así fue por más de un año, pero un día, en
uno de mis últimos meses le dio por regañarme (ella que no es mi jefe ni nada) porque
eso se podía hacer después y habían cosas más importantes que hacer por la
mañana, que lo primero que tenía que hacer era revisar un vagón y surtirlo, yo
me quede con cara de ¿Qué? ¿Es enserio? ¿Me está peleando por eso? No sé si
ella lo notaba o no, pero surtir ese vagón era también trabajo de ella y nunca
NUNCA lo hacía, el problema es que le daba pereza hacerlo y quería que ya
estuviera listo cuando ella llegara, ahh pero eso sí, ella ni se acercaba al
cajón donde estaban los guantes, lo que ella hacia al llegar era tomar café, ir
a echar chisme con la secretaria y revisar que hubieran suficientes batas para
los cuartos de los pacientes infecciosos y ya, mientras que yo llegaba, surtía
el vagón, ponía a lavar las cosas sucias, ponía a secar lo que saliera limpio
de las maquinas, repartía guantes y tapabocas y revisaba los pedidos del
desayuno para ver cuantos cafés tenía que preparar ya que era lo único que no
nos enviaban de la cocina, es cierto que yo llegaba antes, pero no tanto y cuando
estaba la otra ayudante (su súper amiga) le daba igual lo que ella hiciera
primero (siempre era guantes).
Luego de repartir y recoger
desayunos lo que seguía en el cronograma era tender camas, en un mundo ideal sería
mitad y mitad, pero no ella siempre tenía mucho que hacer y resultaba
pidiéndome que hiciera una más o 2, una vez recuerdo que yo hice todas mis
camas, faltaban las de ella, ya estaba tardísimo y yo sabía el temperamento que
tenía el enfermero encargado del cuarto donde faltaban esas camas por tender,
esta señora estaba perdida quien sabe dónde, se fue a desayunar y yo sabía que necesitaban
que todo estuviera listo rápido, así que fui a tenderlas yo y ya cuando estaba
por terminar entro el enfermero a revisar si el cuarto estaba listo, lo que me
gusto es que vio que tuve que ser yo la que lo hizo, y si hay algo que tenían
todos los enfermeros y enfermeras de mi estación es que siempre daban las
gracias por ese tipo de cosas. Ustedes pensaran ¿ay pero cuál es el problema de
tender una cama a determinada hora o después? bueno el problema es que mi
estación es trasplante de medula osea, se hacen diferentes procedimientos en
los cuartos y antes de que hagan punción lumbar, trasplante de medula, poner un
ZVK, recibir quimioterapia o algo
parecido, ay que tener todo el cuarto limpio, muchas veces después de los
procedimientos los pacientes no se podían levantar en una hora o quedaban
bastante mal como para levantarse en el resto del día, y los doctores no pueden
correr todo el cronograma solo porque a alguien le dio pereza tender la cama
temprano. Lo que más me molestaba es que cuando a ella le daba por hacer camas,
marcaba en una lista cuales quería hacer y ay Dios mío el show si alguien osaba
hacer esas camas, obviamente me dejaba a mí los cuartos de pacientes
infecciosos, los que olían feo o los que casi ni se podían mover.
Dejando a un lado las camas
quiero mencionar que habían días en los que no había más que un ayudante, a
veces le tocaba a ella, a ratos a la otra muchacha y a ratos a mí, obviamente
cuando eso pasaba nos demorábamos más en hacer las cosas porque en si es el
trabajo de dos personas. Hubo una ocasión en que la secretaria y la vieja perezosa
tuvieron vacaciones al mismo tiempo, cuando la secretaria no estaba, la que la cubría
era la otra ayudante, por ende a mí me tocaba sola, así fue por dos semanas yo
ya tenía mi ritmo, como ya dije antes me demoraba más de lo normal, pero nada
exagerado y recuerdo que el día que esta señora volvió de vacaciones me toco
hacer todo, ella se las arregló para no mover un dedo, simplemente se hizo la
que hacía, se los juro no hubo diferencia entre ese día y todos los otros en
los que estuve sola, me demore exactamente lo mismo y la excusa de ella fue que
tuvo que arreglar la cocina porque nadie más fue capaz de hacerlo cuando ella estuvo
ausente (recuerdan esa única tarea que ella hacia y yo no), pues se demoró 5
horas limpiando la dichosa cocina, que de hecho eran puras alacenas porque ni
estufa tenia, únicamente una jarra para hervir agua.
En esos días en los que estábamos
las 2 y yo sentía que tenía tanto trabajo, me preguntaba ¿si yo estuviera sola
seria de verdad tanto trabajo por hacer que sería imposible para mí sin ayuda?
Me lo pregunte por mucho tiempo hasta que ella se tomó esas vacaciones largas y
al volver no note diferencia, ahí me di cuenta que ella no hacía nada, y yo no
fui la única, con el paso del tiempo los enfermeros dejaban de pedirle cosas a
ella y me las pedían a mí porque sabían que yo si trabajaba rápido y no me
ponía a hacer maña. Cada día que pasaba ella me miraba peor hasta que me empezó
a regañar, por suerte yo ya estaba a punto terminar y no tuve que aguantarme el
ambiente pesado (de verdad pesado) por mucho tiempo, pero de verdad me daba
tanta ira llegar a trabajar, saludar a esta mujer y que en lugar de responderme
con un “Guten Morgen” me mirara de arriba abajo y se diera la vuelta mientras hacía
cara culo. Ella me caía mal, yo no intentaba preguntarle cómo le fue en sus
vacaciones, ni le alagaba su cabello, ni me le acercaba a contarle algo solo
porque sí, eso sería hipócrita de mi parte, pero yo soy de las personas que
cree que saludar no es hipocresía, es educación y por mas mal que yo le cayera lo
normal era que respondiera así fuera con un hola.
Mi jefe sabia lo mal que nos
caíamos y en una reunión que tuvimos ella y yo, en tono de broma me dijo que intentáramos
sobrevivir mis últimas semanas sin sacarnos los ojos.
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